El Maestro Scott ha comprado Boy Zac en la primera subasta del niño. Sube al escenario después de que termine la oferta. Boy Zac no es virgen. Sin embargo, mucha experiencia sexual que un niño ha tenido, sin embargo, su primera vez en el bloque, no ha sido follado por un maestro. No es un verdadero maestro. No es un completo extraño que le puja y le compró el culo. No es el primer hombre que lo posee.
Entrenar a un puto significa seducirlo. No temblarle como un amante; estar bajo su piel, meterse en sus pensamientos, convirtiéndose en una droga que no puede resistir incluso si quiere, y finalmente conquistar ese último pedazo de independencia que lo hace querer. El Maestro Scott puede ver eso en él, casi olerlo, sentir que cuando se folla ese último pedazo de resistencia de él. Hoy es el primer paso; hacerle darse cuenta de que es del Maestro Scott. Propio. Sus agujeros son propiedad, su cuerpo es propiedad. Su mente es propiedad. Si el Maestro Scott puede capturarlo, y lo hará.
Desde que vio a Boy Zac en exhibición antes de que empezara la subasta, ha estado deseando comer su culo. El Maestro Scott ama el sabor del zumo de culo y el sudor de niño; tomando su tiempo, construyendo la anticipación de conducir su polla a través de esa entrada apretada arrugada profundamente en las tripas suaves de terciopelo cálido de un niño. Le encanta follar. Lo que él cree que ama aún más, aunque está haciendo que un niño abandone su hombría y se convierta en un agujero para que se joda. ¡Y este chico es tan bueno!