Sentada en mi cama mientras mi hijo mira a través de la habitación en mí con esos grandes ojos hermosos, siento el deseo de tenerlo todo para mí mismo tómame. Me inclino hacia adelante por un beso.
Nos despojo a ambos desnudos y nos perdemos en la fuerza de nuestro vínculo como papá e hijo. Me arrancaré los pantalones para darme un poco de alivio y miro los ojos de mi hijo hacia arriba viendo mi gran ola de hueso hacia él.
Mi hijo se golpea en mi polla como si fuera lo mejor que había probado, arrastrándome como si fuera la segunda naturaleza para él. Al ver sus labios bobosantes ante mí despertó un hambre animal; difundí su agujero de bonificación abierto con mis dedos fuertes y mi lengua exploró la bonita entrada rosa de Asher.
Se colapsa sobre la cama en el perrito hacia abajo y le animo a mirarse en el espejo al final de la cama mientras se golpea. Los ojos de Asher retroceden en su cabeza mientras ve la imagen de su padre musculoso empujando con todo su poder.
Lo más satisfactorio acerca de lo fuerte que nuestro vínculo se ha convertido es que casi siempre puedo hacer que mi hijo orgasmo mientras mi polla prospera dentro de él. No sólo eso, sino que es un soldado que seguirá dejándome montarlo hasta que yo también sople mi carga. ¡No hay nada como tener a mi hijo para mí mismo!