Young Tyler es un atleta increíblemente talentoso, pero había estado infravalorando durante semanas. Decidí llamarlo a mi oficina para ver si había algo que pudiera hacer para ayudar.
Lo tengo acostado en el sofá con los ojos cerrados. Cuando un niño es bueno y relajado, se vuelve muy abierto a la sugerencia. Esto me permite desenterrar y quitar la semilla de la duda que ha entrado en su cabeza.
Tyler entró rápidamente en un estado de relajación profunda. No pasó mucho tiempo antes de sentirme lo suficientemente confiado como para sugerir que empezara a jugar con él mismo. Un par de momentos más tarde, fui capaz de tomar el control - suavemente corriendo mi puño arriba y abajo el eje de su gran polla sólida, antes de tomar el objeto precioso en mi boca. ¡El sabe bien!
Me tiré cara abajo en el sofá, y le permití tomar iniciativa y decidir qué hacer después. Todo es parte del proceso de inculcar a un niño con confianza.
Tyler fue rápido para entrar en mí. Sacó mis pantalones cortos y empezó a tocar mi agujero, me puso bien y mojado, antes de meterme asertivamente en una posición donde podía penetrarme.
No voy a mentir. Se sintió increíble. El chico sabía exactamente lo que estaba haciendo y tenía una resistencia impresionante para arrancar. Durante mucho tiempo me atrapó por lo que parecía horas antes de ordenarme a mi espalda para que pudiera golpearme al doble de la velocidad.
Sacó y roció una carga gruesa por toda mi ingle. Al instante seguí el traje, explotando impasiblemente en los charcos mojados de semen que había disparado sobre mí.