Tomando el aceite que estaba a la mano, el Maestro Cargador arrojó el agujero del niño, sintiendo que la carne suave y cálida toma a su tacto, aferrándose al principio luego relajando mientras se acostumbraba más a la mano del hombre mayor. El Maestro Charger miró mientras Richie lo miraba, temblando de emoción y miedo a lo que el hombre con barba haría. Esa tensión era todo para el Cargador Maestro, inspirando una poderosa erección que estaba ansioso de ser liberado.
Sacando su chaqueta y pantalones, Master Charger dio a Richie la primera vista de su cuerpo, mostrando sus músculos fuertes y definidos, cubiertos en un patrón de tatuajes oscuros, contrastados por la luz, pelos blancos. Richie me sorprende que alguien tan poderoso pueda ser tan guapo. Su agujero se aferró de nuevo, pensando en ser penetrado e inseminado por tal hombre, y le hizo más feliz que nunca que él había aceptado esto como su destino...