El Maestro Oaks disfruta al ver al chico, Cole, le sirve. Incluso cosas simples como quitar sus calcetines y zapatos y cinturón le dan alegría. Después de todo, puede hacer que Cole haga lo que quiera, incluso las cosas que normalmente haría por sí mismo con facilidad.
No se trata del acto, sino del poder. Quien está en control y quién es controlado. Y después de la subasta, tiene el control completo de su esclavo.
Cole le presta dudoso y experto, chupando su polla como le gusta mientras el Maestro Oaks se sienta y se relaja. Él felizmente se sentaba allí y volaba su carga, pero preferiría sentir la leche de agujero apretado de Cole de nuevo.
Cole se levanta sobre la dura y húmeda polla de Master Oaks, deslizarse dentro de él para que pueda tomar la profunda y intensa paliza del hombre mayor. Oaks sabe que puede hacer lo que quiera con él, y eso lo hace más caliente.