Al Maestro Legrand le gusta mantener a Logan solo durante períodos de tiempo, recordándole que sin él es sólo un objeto esperando ser utilizado. Este juego psicológico ayuda a Logan a recordar su propósito.
Cuando el hombre mayor lo llama, Logan está ansioso por llamar la atención, feliz de ser reafirmado por la necesidad de su maestro para él. Logan adora la polla de Legrand, enamorada de su tamaño y olor, tomando las poderosas feromonas alfa y dejando que afecte a su corazón y su mente, sacando su deseo más profundo de someter y servir a su maestro.
Legrand está complacido con el espíritu de sumisión de Logan, animándolo a utilizarlo duro antes de darle su fuerte semilla de alfa con una crianza intensa.